QUE PENA DA BAYLY
Realmente era una admiradora de Jaime Bayly, no por sus novelas, sino por esa cualidad innata que tiene para divertir al público en sus entrevistas televisivas. Medio en broma y medio en serio, hacía que el público se divirtiera con sus ocurrencias e irreverencias. Lo más admirable era aquel cariño que decía profesar a sus hijas y ex esposa. En uno de los tantos comentarios que recuerdo, dijo alguna vez: “yo sólo soy monigote de mis hijas y de Sandrita”. Ahora el señor Bayly, utiliza su columna en el diario 21 para ventilar sus problemas personales y con puntos y comas reproduce las broncas con su ex esposa e hijas. Que mal, pero que mal está quedando Bayly, quien ya está bien viejito como para comportarse con un adolescente enamorado a quien le impiden tener un idilio con su primer amor. Ojalá que este culebrón termine por el bien de las dos jóvenes que deben estar pasando el roche de su vida por la irresponsabilidad de su padre. Jaimito te hace falta un buen jalón de orejas de tu santa madre.
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