RESACA DEL DEBATE ELECTORAL
Tras el debate entre los candidatos Keiko Fujimori y Ollanta Humala que ostentan llegar a Casa de Pizarro para gobernar el país en los próximos 5 años, vinieron los comentarios de los “analistas” políticos, los periodistas y los “sabios” de siempre quienes expresaron posiciones a favor y en contra de la exposición de ideas de ambos personajes. Para unos hubo fluidez, coherencia y dominio de escena en la candidata Keiko Fujimori que apeló a varios recursos para ganar a los indecisos desde frases en quechua hasta lenguaje gestual, así como recurrió a su instinto maternal al mencionar a sus hijas y no desear para ellas lo mismo que pasó por culpa de “terceros”. Lo que no pudo hacer Keiko fue sacudirse de la herencia dejada por su padre, el preso Alberto Fujimori que hoy purga condena por corrupción y violación de los derechos humanos, así como del entorno que la rodea, siendo en su mayoría el mismo que acompañó a su progenitor en la década de los 90. Por su parte, Ollanta Humala mejoró en relación al debate de la primera vuelta, por lo menos no leyó, y fue más fluido en sus ideas – aunque con algunos tropiezos verbales- que le motivó en algún momento perder la ilación. Ambos tuvieron agilidad mental para responder a los ataques, ambos expusieron a media caña sus programas y ambos estuvieron a la defensiva con ganchos de ida y vuelta. Las encuestadoras no se han atrevido a vaticinar quién será el próximo presidente del Perú porque dicen que los márgenes son muy estrechos y esta semana será decisiva para ambos. Nos guste o nos guste, uno de ellos será el próximo mandatario de esta Nación, así que esperamos que se respete la decisión popular. Si usted decidió votar por Keiko, nadie tiene porqué escandalizarse, si por el contrario decidió por Ollanta tampoco habría que hacerlo. No porque don Mario Vargas Llosa- con todo el respeto que se merece- habló de decidir entre el Cáncer y el Sida, ahondando más en la polarización del país, debemos sentirnos mal por elegir una u otra alternativa. Este 5 de junio votemos por la opción que mejor nos parezca, y dejemos de sembrar más odio y división entre peruanos, puesto que ya tenemos bastante con lo dejado por los gobiernos anteriores. Dejemos de mirar atrás y miremos hacia el futuro con valentía y esperanza. En buen cristiano descarguemos la mochila para poder avanzar ligeros sin resentimientos, sin ataduras y sin pesares.
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