APOTEÓSICO RECIBIMIENTO
Como no podía ser de otro modo. Los campeones de la Copa Movistar 2011 fueron recibidos como héroes por una multitudinaria hinchada que se volcó al aeropuerto y al parque principal donde recibieron un cálido homenaje por la hazaña lograda. Los jugadores del Juan Aurich, dirigentes y comando técnico, mostraron orgullosos el trofeo que arrancaron a los capitalinos. A bordo de un mirabus, tardaron más de tres horas para transportarse del terminal aéreo a la pérgola del parque donde se levantó un estrado con una gigantografía que decía "Bienvenidos campeones". Como antesala, el Grupo 5 de Monsefú, contagiado con la euforia roja, se puso la camiseta del equipo de sus amores, e hicieron bailar y corear sus clásicas canciones cumbiamberas a la multitud que se congregó a lo largo de la avenida Balta y calle San José. Cuando arribaron los campeones, el público estalló de alegría y emoción. El elenco de jugadores, sencillos y juguetones, disfrutaron y gozaron con los vitores del público y las anecdóticas presentaciones que hizo uno de sus compañeros. El "Cuto" Guadalupe bailó como sólo él sabe hacerlo. Las bromas y chacotas, reflejaron el ambiente de camaradería y compañerismo que se vive en la familia futbolística del Juan Aurich. Los jugadores recibieron medallas y diplomas de las principales autoridades. Un justo homenaje para los hombres que han hecho historia. Los campeones se despidieron de la hinchada mientras el público continuó gozando del exitoso grupo de "Chico" Yaipén. De camino al mirabus, la hinchada siguió a sus ídolos, gritando el nombre de los más populares. Se fueron exhaustos pero felices. El recibimiento chiclayano estuvo a la altura de su hazaña. Los lambayecanos seguimos saboreando el triunfo del equipo rojo, que tardó 89 años para llegar a ser el primero a nivel nacional. La espera sí que valió la pena.
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