SALVEMOS LOS BOSQUES DE NEBLINA DE UDIMA

La defensa de los bosques de neblina de esta zona es una súplica de Lorenza Huamán Aguilar, incansable luchadora que en el año 2010, logró que dicha área natural - que abarca 30,503 hectáreas - sea declarada por el Estado Peruano ZONA RESERVADA UDIMA.
Este paraje natural de singular belleza, se ubica entre los distritos de Oyotún (Lambayeque), Calquis y Catache (Cajamarca)
Son los únicos bosques de neblina existente en la vertiente occidental de los andes peruanos, de éstos nacen dos grandes cuencas Zaña y Chancay- Lambayeque, que desembocan en el Pacífico,
su riqueza biológica hace que se le considere como único en el país, según Weingendet.
El bosque es el generador del preciado y escaso recurso hídrico, sus ecosistemas asociados actúan como colchones y almacenan el agua para el tiempo de estiaje, promoviendo en la zona baja el desarrollo de la agricultura, generación de energía eléctrica y abastecimiento del consumo humano.
Además depura el ambiente, regula el agua, captura el carbono mitigando de esta forma el cambio climático y evita la degradación de los suelos.
Posee una variedad de flora y fauna únicas, raras y amenazadas. Entre éstas se tiene el árbol de la quina, cedro, lucmo, roble, sangre de grado; y en fauna el oso de anteojos, pava negra, aliblanca, pumas, mono nocturno, lince, tigrillo, etc.
Al interior del bosque también hay importantes restos arqueológicos de gran valor cultural que data 3000 años AC. Los diversos sitios arqueológicos corresponden a varios periodos históricos como la cultura preinca regional aún poco estudiada. También se ha evidenciado la existencia de ciudadelas hechas en piedra, pictografías, caminos subterráneos, momias, ventanillas, andenes preincas, camelllones, entre otros.
Sin embargo, esta reserva está en peligro por la tala ilegal de árboles e invasiones, situación- que a decir de Lorenza- se agrava por la falta de logística y personal para el trabajo de vigilancia.
“Hoy en día en pleno calentamiento global, cuando las fuentes de agua dulce se agotan por la inconciencia y desidia del ser humano, los únicos bosques que nos quedan, se están perdiendo”, aseverá la defensora del área natural.
Por ello el Comité de Gestión de la Zona Reservada Udima que preside trabaja en la búsqueda de soluciones a los problemas. En tal sentido, demandan la creación de un FONDO ECONÓMICO destinado a la protección del Bosque de Udima, el mismo que sería administrado por el Comité de Gestión de la Zona Reservada de Udima, integrada por representantes de los Gobiernos Regionales de Cajamarca y Lambayeque, Museo Tumbas Reales de Sipán y la sociedad civil de dicha localidad.
Lorenza asegura que seguirá luchando hasta lograr su propósito, mientras los beneficiarios seguimos indiferentes frente a sus reclamos y súplicas.