TANTAS VECES CÉSAR VALLEJO
El mundo recuerda el 120 aniversario del natalicio del insigne poeta, César Vallejo, tal vez uno de los más representativos del Perú, por su valioso legado cultural y literario que cautiva por el profundo dolor y sufrimiento que trasmite a través de sus versos cargados de emoción.
Vallejo, liberteño de nacimiento, es un hombre marcado por el infortunio, que protesta y blasfema contra Dios, tal como lo manifiesta en su emblemático Poema “Los Heraldos Negros” que empieza con una frase de angustia “hay golpes en la vida tan fuertes yo no sé….golpes como el odio de Dios…”
El maestro expresa su mayor derrota en los “Dados Eternos”, poema escrito tras la muerte de su madre “…tú no tienes Marías que se van….”, pero acentúa más su dolor, sufrimiento y condición humana desvalida al señalar “Dios mío, si tú hubieras sido hombre, hoy supieras ser Dios; pero tú, que estuviste siempre bien, no sientes nada de tu creación. ¡Y el hombre sí te sufre: el Dios es él!.
El poeta de figura pensativa, refiere en otro de sus clásicos poemas “yo nací un día en que Dios estuvo enfermo….” y vaticina su muerte lejos de la patria amada, aquella patria donde luchó por sus ideales, sufrió y lloró por los golpes de la cruel realidad: “Me moriré en París con aguacero, un día del cual tengo ya el recuerdo, Me moriré en París -y no me corro- tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.
En este singular poema titulado “Piedra blanca sobre piedra negra”, dramatiza más su situación: “César Vallejo ha muerto, le pegaban todos sin que él les haga nada; le daban duro con un palo y duro también con una soga; son testigos los días jueves y los huesos húmeros, la soledad, la lluvia, los caminos...
Este intelectual peruano, no sólo incursionó en la poesía también lo hizo en otros géneros como la novela a través de sus obras cumbres “El Tungsteno”y “Flava Salvaje”. Quién además no recuerda el tierno cuento infantil “Paco Yunque”, que pone en evidencia las marcadas diferencias sociales entre pobres y ricos. Quién no se ha sentido conmovido por las humillaciones a las que fue sometido Paco Yunque por el arrogante Humberto Grieve, hijo de los patrones de su madre. Es un clásico inolvidable de lectura obligatoria en los colegios.
Vallejo es sin duda un ícono en el Perú, cuya figura sigue vigente, presente e inmortalizada en cada rincón de nuestro territorio nacional donde muchas calles, avenidas, institutos, universidad, entre otros, llevan con orgullo su insigne nombre. Tiempo atrás la imagen del inmortal poeta liberteño aparecía en una publicidad encabezando la gran mesa donde un lunes cualquiera los peruanos reunidos desayunaban en una mañana eterna. Y en qué momento se enderezó el Perú?, se preguntaban, Un lunes cualquiera señor Vallejo, respondían, a lo que nosotros añadimos: un lunes cualquiera Señor Vallejo en que su dolor compartido con todos los peruanos sea más llevadero.
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