GENTE ÚNICA

Con una majestuosa ceremonia culminaron los Juegos Olimpicos Londres 2012, donde la perseverancia, esfuerzo, disciplina y constancia fue premiada con oro, plata y bronce.

El mundo enteró deliró durante 15 días, con gente única como Usain Bolt, el Jamaiquino más veloz del mundo que ganó en carreras de 100, 200 y 4 x 400 metros, adjudicándose 3 preseas de oro.

En la memoria colectiva quedará la hazaña de Michael Phelps, el mejor nadador de todos los tiempos que se retiró de las piscinas olímpicas con un récord que será casi imposible igualar: 18 oros.

El estadounidense embolsó seis medallas en Londres, cuatro oros y dos platas, convirtiéndose en el atleta más laureado en la historia de los Juegos Olímpicos.

Los insuperables basquetbolistas de la selección estadounidense sumaron un oro más. Jugaron como los dioses y no hubo rival que pudiera superar su habilidad y velocidad para encestar. Los triples del Dream Team fueron de una sencilla genialidad.

El equipo de fútbol méxicano acabó con la ilusión de los brasileños de romper con la maldición olímpica de no haber ganado nunca una medalla de oro. Los sudamericanos tuvieron que contentarse con la presea plateada.

Por su parte, las chicas del voley de Brasil reafirmaron su dominio de la pelota en la net al vencer a Rusia en un disputado partido que terminó 3-2.

Las lágrimas que rodaron por el rostro del taekondista argentino, Sebastián Crismanich, mientras escuchaba el himno de su país, fue la escena más emotiva. El argentino, se impuso en la categoría 80 kilogramos de Taekwondo. El deportista hizo historia al convertirse en el primer atleta de este país en lograr una medalla en esa disciplina.

La platea mundial, además se empalagó con los nados sincronizados, la gimnasia rítimica, los clavados, la natación en todas sus modalidades, los saltos altos y largos, las piruetas en los anillos, las carreras con vallas, los lanzamientos de jabalina y disco, los mates y los goles del voley y fútbol playa.

Los deportes poco prácticados en nuestro país como hockey masculino y femenino, balón mano y regatas dieron la hora en estas justas mundiales que quedarán en la historia.

Pero los deportistas no sólo se engrandecieron con el éxito sino también con la derrota. Muchos retornaron sin lograr la preciada medalla. La frustración, el dolor, la impotencia y el fracaso se vió reflejado en sus rostros.

Ejemplo de ello, fue el equipo de basquetbol argentino que no pudo ganarle a Rusia en la disputa por la presea de bronce. Aceptaron la derrota con dignidad pero se fueron muy tristes.

Acabó las Olimpiadas de Londres y se entregó la posta a Río de Janeiro donde se realizará el próximo cónclave deportivo, donde más de un personaje volverá a brillar con luz propia para deleite de la platea mundial.

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