LOS HINCHAS NO SE RINDEN
Los
hinchas de la selección peruana son persistentes, constantes y
fieles. No se rinden jamás, ni en las peores adversidades, siguen
alentando a su equipo con garra y pundonor.
Si
hubieran campeonato de hinchas, los peruanos se llevarían el premio
mayor. Con el triunfo de la blanquiroja frente al vino tinto de
Venezuela, un nuevo aliento de vida devuelve la esperanza de ver al
equipo de sus amores en el mundial de Brasil.
Con
sus clásicas camisetas, vinchas, bufandas y caritas pintadas con la
Bandera Nacional, los hinchas avivaron a su equipo hasta enronquecer
y salieron a las calles a festejar como Dios manda.
Los
hinchas están dipuestos a dar la vida. El estadio nacional se enlutó
el viernes pasado con el deceso del joven Jorge Armando Estrada
Naranjo quien pereció a causa un paro cardiaco mientras celebraba el
segundo gol de la "Foquita" en el partido frente a
Venezuela. Este hincha murió en su ley.
Sólo
los hinchas tienen autoridad moral para endiosar y ningunear a los
jugadores después de un triunfo o de una derrota. Se enfurecen,
gritan, lloran y dejan todo en la tribuna.
Los
hinchas paralizan al país. En cada partido de la blanquiroja buscan
su mejor palco así se encuentren a miles de kilómetros de distancia
del gramado donde se disputará el encuentro futbolístico.
Los
hinchan vibran con los triunfos y sufren con las derrotas. La
esperanza es lo último que pierden y jamás abandonan a sus equipos
con quienes estarán en las buenas o en las malas.
Aunque
no lleguemos a ningún mundial y tengamos que esperar hasta las
próximas eliminatorias, los hinchas del bicolor no retrocederán ni
se rendirán jamás.
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