Y AHORA....¿QUIÉN PODRÁ SALVARNOS?
La criminalidad avanza incontenible sin que nadie pueda hacer algo para deternerla. No hay día en que no se produzca un robo, un asalto, un secuestro o un asesinato. La noticia de la muerte de tres policías delincuentes reducidos en un enfrentamiento por sus pares para evitar el secuestro de un empresario, pone una vez más el dedo en la llaga y hurga en la miseria de una institución en crisis. Para nadie es un secreto que la corrupción campea en la misma Policía Nacional, que sus miembros se "ganan un sencillo" cada vez que tienen la oportunidad de hacerlo y que incluso malas lenguas señalan que los de menor rango lo hacen para "llenar" la bolsa de su superior. Si la institución encargada de velar por la seguridad de todos los peruanos se colude con la delincuencia y linda con lo ilegal, qué esperanza tenemos que los índices delincuenciales puedan reducirse para tranquilidad de la ciudadanía. Frente a las estadísticas que revelan la sensación de ...