SEÑOR FISCAL, ¡UN DÍA DE LIBERTAD CUENTA!


Cuando se conoció que la adecuación de plazos de prisión preventiva no procedía, y muchos de los investigados en el caso los "Limpios de la Corrupción" saldrían del penal por exceso de carcelería, un fiscal comentó a la esposa de un ex funcionario "...de qué se alegran si van a retornar a prisión..." A lo que ella le refutó: “ un día de libertad cuenta porque podría abrazar a su madre enferma y a sus hijas....”.

Me sumó al dicho de esta madre y esposa frente a la indolencia de este llamado "defensor de la legalidad" quien debería saber que antes de fiscal es un ser humano.

Para los familiares de los investigados en este caso denominado emblemático, un día de libertad cuenta señor fiscal.

Un día de libertad cuenta porque podrían respirar otros aires y no el aire enrarecido que se respira allá adentro a causa del hacinamiento y las condiciones infrahumanas en que viven los reclusos de éste y otros penales del país.

Un día de libertad cuenta porque podrían sentir el calor de su hogar junto a los suyos, especialmente al lado de sus menores hijos, quienes no entienden de investigaciones preliminares, prisiones preventivas, juicios orales y condenas.

Un día de libertad cuenta porque podrían abrazar a sus hijos, hijas, esposa, padres, hermanos y hermanas, a quienes solo pueden ver algunas horas los sábados o domingos.

Un día de libertad cuenta porque podría visitar la tumba de algún familiar que partió durante su ausencia.

Un día de libertad cuenta porque podrían degustar de su comida favorita preparada por ellos mismos o sus seres queridos.

Un día de libertad cuenta porque podrían mirar la inmensidad del mar, sentir la arena caliente en sus pies y disfrutar de un atardecer.

Un día de libertad cuenta porque podrían volver a engreírse en los brazos de su madre cuyo corazón quedó devastado por su reclusión y prolongada ausencia.

Un día de libertad cuenta porque podrían discernir y conocer qué amigos se quedaron con él y quienes se marcharon.

Un día de libertad cuenta porque podrían entender que más allá de los barrotes existe una vida que espera por ellos.

Un día de libertad cuenta porque podrían reafirmar su fe en Dios al haber hecho el milagro de doblegar la voluntad del hombre.

Un día de libertad cuenta porque serviría para recargarse para continuar el engorroso camino judicial que afrontan con excesos y falencias.

Señor fiscal, si cree que salir de prisión con el pronóstico que pronto volverán, es causa de risa, burla o mofa, le respondo que un sólo día es más que suficiente para reinventarse y volver a empezar.  

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