CAMBIO DE ACTITUD

Vivimos quejándonos y criticando a todos: al presidente de la república, a la primera dama, a los ministros, a los congresistas, al presidente regional, a los alcaldes y a los regidores, tratando siempre de echarle la culpa a alguien de lo mal que está el país, la ciudad o el barrio en el que vivimos.

Como diría un pasaje bíblico "miramos la pelusa del ojo ajeno y no nos damos cuenta del tronco que tenemos en el nuestro".

Frente a este panorama tenemos dos opciones: o nos quedamos cruzados de brazos o nos decidimos hacer algo para que el país, la ciudad y el barrio cambie.

Mi profesor de Maestría, Víctor Bonilla, nos ha martillado hasta el cansancio que lo que necesitamos es un cambio de actitud, nos ha motivado a tomar la iniciativa y a romper los paradigmas que nos limitan y nos impiden avanzar.

De niños expresamos el deseo de ser astronauta, presidente de la república o alcalde, y conforme vamos creciendo alguien nos dice que no podemos hacerlo. Es así como crecemos creyendo que nunca podremos realizar aquel sueño que abrigamos un día.

"Saben porque el elefante no rompe la cuerda que lo ata a la débil estaca, porque desde pequeño intentó hacerlo varias veces sin lograrlo y aún cuando después crece ya no vuelve a intertarlo más porque piensa que no lo logrará", relata Bonilla.

Rompamos la cuerda que nos ata a la estaca, solamente necesitamos acción y decisión, insiste Bonilla tratando de despertar la conciencia de sus alumnos de la UCV.

Nos cuenta la historia del huevo de un águila que fue ovado por una gallina. Cuando nació adoptó el comportamiento de las demás gallinas. Un buen día vio a una imponente águila volar por los cielos con una gran majestuosidad. Mira la belleza de esa ave, dijo y le respondieron: tú sólo eres una gallina, y así transcurrió su vida comportándose como una gallina hasta la muerte.

Bonilla en su afán de convencer al público que el cambio es una exigencia nos enseña un vídeo que proyecta la renovación del águila. Esta es una verdadera historia de lucha y superación.

El águila es el ave de mayor longevidad llega a vivir 70 años, pero para llegar a esa edad, a los 40 años, deberá tomar una seria y difícil decisión. Vuela hacia lo alto de una montaña y allí permanece durante cinco meses, para la gran renovación que se inicia cuando consigue arrancarse el pico a fuerza de golpes. Cuando su pico crece se arranca sus uñas talones. Cuando los nuevos talones comienzan a nacer, se despoja de su viejo plumaje y tiempo después está lista para el famoso vuelo de renovación que le dará 30 años mas de vida.

La decisión entonces está en nosotros, si queremos cambiar y darle un nuevo rumbo a nuestra vida sólo necesitamos acción y decisión, tomemos como ejemplo al águila que se renueva cuando otro animal en su lugar se hubiera dado por vencido. Tenemos la última palabra.

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