ESPERANDO TURNO

La segunda ola del Covid 19 se presenta más feroz que la primera. De acuerdo a los reportes médicos, ésta es más contagiosa, agresiva y afecta a los más jóvenes, a diferencia de la anterior que se ensañó con  las personas de la tercera edad.

Nos han repetido hasta el cansancio que continuemos con el distanciamiento social, que usemos correctamente la mascarilla y que nos lavemos constantemente las manos. Sin embargo, hacemos oídos sordos a las recomendaciones y temerariamente asistimos a fiestas y reuniones familiares, multiplicando las posibilidades de contagio.

Los hospitales han colapsado, no hay camas UCI, ni oxígeno, ni personal para atender la avalancha de enfermos que ingresan por emergencia con los pulmones bastante comprometidos. Las defunciones en las redes sociales, se suceden unas tras otras, con historias trágicas y desoladoras.

Si bien la sala situacional del MINSA reporta 1 millón 500 mil casos de Covid desde que se inició la pandemia, el resto de ciudadanos esperamos turno, con la incertidumbre de no saber cómo reaccionará nuestro cuerpo frente a la presencia del virus. 

Si nuestras defensas dan la pelea habremos sobrellevado la enfermedad en casa con síntomas leves, de lo contrario, nuestro destino será un hospital que ha colapsado por las deficiencias del mismo sistema y el hartazgo y agotamiento del personal médico a causa de la inconciencia ciudadana y las bajas sufridas. 

Si la libramos saldremos victoriosos en silla de ruedas con nuestro cartel “yo vencí al Covid”, de lo contrario, pasaremos a engrosar la larga lista de fallecidos que suman 51 mil, según cifras oficiales, sin embargo, lo real es que sobrepasarían los 100 mil. Seguiremos esperando turno a sabiendas que en algún momento todos nos vamos a contagiar.