DESPUES DE SUSY CUALQUIERA
La elección de Susy Díaz como congresista marcó un antes y después en el Legislativo. Los padres de la patria que daban “cátedra” en la discusión de las leyes quedaron en la historia, registrándose una metamorfosis de nuevos políticos apodados “otorongos”. Doña Susy inauguró una nueva forma de propaganda política al llevar en una de sus nalgas el cabalístico número 13 que la llevó al Parlamento. La consigna pareció ser: después de Susy cualquiera porque le sucedió toda una avalancha de personajes que han puesto por las “patas de los caballos” al sacrosanto Congreso de la República. El Parlamento se ha convertido en la chacra de pintorescos personajes que se han atrevido desde contratar empleados “fantasmas” hasta poner en su nómina de trabajadores a sus domésticos. Amén de otras cosas que ni para que recordar. Todo hace indicar que el próximo Parlamento seguirá similar camino y nos traerá más de lo mismo, por la gama de candidatos que buscan un curul a través de los diversos grupos políticos. Sin duda hace falta escuelas de líderes que vayan formando jóvenes en el arte de gobernar. Lo más recomendable es emitir un voto consciente y responsable, para escoger con pinzas a los nuevos legisladores.
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