¿CON TOQUE DE QUEDA SE FRENARÍA DELINCUENCIA?

El toque de queda anunciado por el Ministro del Interior, Óscar Valdés Dancuart para frenar la delincuencia ha causado polémica entre las autoridades regionales, pues mientras que unas la consideran una medida acertada otros creen que se vulneraría un derecho fundamental como el libre tránsito, amparado en la Constitución Política del Estado.
¿En verdad, un toque de queda contribuiría a reducir los índices delincuenciales en nuestra ciudad?, es la pregunta que nos hacemos los ciudadanos comunes y corrientes expuestos a merced de los hampones que operan sin horario.
La respuesta cae de madura: NO. Pues tan sólo basta hacer un somero análisis sobre las horas en que actúan los malhechores. Antes, los delincuentes cometían robos y asaltos amparados en la oscuridad de la noche, por calles sin luz y solitarias, en las madrugadas aprovechando que los dueños de casa dormían, en las zonas periféricas y sectores urbano- marginales de la ciudad. Hoy en día su 'modus operandi' ha cambiado. Los malechores llevan a cabo sus atracos a plena luz del día, en el centro de la ciudad, en calles luminosas, en la mañanitas, al mediodía y en las tardes. Irrumpen en las viviendas aunque los dueños de casa estén allí. No estamos seguros en ninguna parte. Los delincuentes ya no tienen horario, ni verguenza, ni miedo de ser reconocidos. Ya no ocultan su rostro, sino que lo muestran a la luz del día. Entonces, ¿cuánto ayudará a combatir la delicuencia implantar un toque de queda?. Consideramos que hay otros métodos, como bloquear el accionar de los asaltantes desde las cárceles donde casi siempre se planean las fechorías, implementar la logística policial y sobre todo reformar la institución policial. Valgan verdades la ciudadanía ya no confía en las fuerzas del orden por su falta de eficiencia, honrradez y métodos para acabar con la delincuencia que cada día va ganando terreno poniendo en jaque a nuestro país. Cuando uno va a una comisaría no encuentra ni papel, si solicitas un operativo no hay gasolina y si requieres de protección no hay policías. El Ministerio del Interior debería implementar estrategias que coadyuven a atacar lo medular y no lo periférico. A nuestro modesto endender un toque de queda no es la solución a un problema que tiene raíces bastante profundas pues implica primero acabar con la corrupción en una de las instituciones más emblemáticas del país, y después dotarla de toda la tecnología y logística para que cumpla a cabalidad con su misión: velar por la seguridad y el orden interno.