CADENA PERPETUA NO BASTA

La drástica condena de cadena perpetua para dos "marcas" que participaron en el asalto de los abuelos de Romina Cornejo la pequeña que llevó la peor parte al quedar parapléjica por la agresión de los delincuentes, no basta, para sancionar aquelllos hombres que dañaron de por vida la salud de la menor. Sin duda la sentencia es ejemplar, sin embargo, no le devolverá la movilidad para que pueda desenvolverse como cualquier niña de su edad. Según los videos registrados por sus padres antes del asalto, Romina era una niña vivaz, alegre, juguetona y bailarina. La pequeña era la luz de su hogar. Por tanto no hay derecho que un grupo de delincuentes se ensañaran con ella dejándola postrada en una cama. Cómo explicar a una niña de su edad que la codicia, la ambición y la vida fácil llevó a un grupo de desataptados sociales a dispararle con un arma de fuego para arrebatarles el dinero de sus abuelos que se desempeñaban como cambistas de moneda extranjera. Cada vez que vemos a Romina postrada en una cama tratando de sonreír para las cámaras de televisión nos llena de indignación que una menor inocente tenga que pagar las consecuencias de una sociedad violenta que día a día va dejando más víctimas. La inseguridad sigue campeando en las calles no sólo de la capital sino de provincias. No estamos a salvo en ninguna parte, ni siquiera en nuestro hogar. A diario los medios de comunicación informan de asaltos, asesinatos, accidentes de tránsito provocados por el consumo de alcohol, entre otros actos sangrientos. Romina Cornejo y el olvidado Walter Oyarce, joven que murió en el estadio Monumental en el clásico "U" y Alianza, son símbolos contra la violencia que debieron marcar un antes y un después... sin embargo, la realidad es otra, seguimos a merced de los delincuentesn sin saber cuándo nos tocará el turno de convertirnos en sus víctimas.