"TIERRA PROMETIDA"
Así se llama un asentamiento humano que albergue a un sector de damnificados del terremoto registrado en Ica en el año 2007. Y en efecto, la construcción de módulos para que los pobladores de esta jurisdicción puedan vivir dignamente es sólo una promesa. Anoche, Cuarto Poder, propaló un reportaje sobre la dramática situación que viven miles de iqueños quienes se cobijan aún entre plásticos y esteras sin la esperanza de poder ser atendidos.
Según fuentes oficiales, el Fondo de Reconstrucción del Sur (FORSUR) se encuentra en liquidación. Es decir, este organismo que fue creado por el Gobierno del presidente García y que llegó a manejar 1,000 millones de soles para la reconstrucción de las ciudades afectadas por el sismo, no irá más.
La pregunta es en qué se invirtió este dinero. Causa indignación no sólo la indiferencia, la decidia y la modorra de las autoridades sino la viveza con que actúan cuando de por medio están miles de millones.
Según el alcalde de Pisco, Jesús Echegaray, el 45% de obras que ejecuta FORSUR en esta ciudad se encuentran en arbitraje, mientras 18 mil familias siguen viviendo bajo esteras.
Recordemos que sólo a través del Sistema Integral de Salud (SIS) se dilapidaron unos 700 mil dólares de las medicinas para las víctimas del sismo, y el principal responsable fue indultado por el anterior gobierno. Justamente un programa periodístico lo encontró caminando por las calles, desarrollando sus actividades normalmente, cuando se le dio el beneficio de la gracia por razones humanitarias al haber sido declarado médicamente "desahuciado".
El congresista Diez Canseco señaló que la sobrevaloración de obras fue otra de las trabas que ha impedido una real reconstrucción de las ciudades de Ica, Chincha y Pisco, pues el gobierno anterior "inventó empresas constructoras fantasmas para una reconstrucción que no se ha dado".
Es inaudito que a más de cuatro años de producido el desastre hay 30 mil toneladas de desmonte por recoger y 60 mil viviendas por construir.
El último movimiento sísmico registrado en Ica el pasado 30 de enero, de 6.2 en la escala de Ritcher y que dejó 145 heridos, movilizó al presidente Ollanta Humala y a su esposa Nadine a esta ciudad. Ojalá que la decidia y la viveza no sean contagiosas, y los pobres damnificados tengan que esperar varios años más antes de ser atendidos.
Según fuentes oficiales, el Fondo de Reconstrucción del Sur (FORSUR) se encuentra en liquidación. Es decir, este organismo que fue creado por el Gobierno del presidente García y que llegó a manejar 1,000 millones de soles para la reconstrucción de las ciudades afectadas por el sismo, no irá más.
La pregunta es en qué se invirtió este dinero. Causa indignación no sólo la indiferencia, la decidia y la modorra de las autoridades sino la viveza con que actúan cuando de por medio están miles de millones.
Según el alcalde de Pisco, Jesús Echegaray, el 45% de obras que ejecuta FORSUR en esta ciudad se encuentran en arbitraje, mientras 18 mil familias siguen viviendo bajo esteras.
Recordemos que sólo a través del Sistema Integral de Salud (SIS) se dilapidaron unos 700 mil dólares de las medicinas para las víctimas del sismo, y el principal responsable fue indultado por el anterior gobierno. Justamente un programa periodístico lo encontró caminando por las calles, desarrollando sus actividades normalmente, cuando se le dio el beneficio de la gracia por razones humanitarias al haber sido declarado médicamente "desahuciado".
El congresista Diez Canseco señaló que la sobrevaloración de obras fue otra de las trabas que ha impedido una real reconstrucción de las ciudades de Ica, Chincha y Pisco, pues el gobierno anterior "inventó empresas constructoras fantasmas para una reconstrucción que no se ha dado".
Es inaudito que a más de cuatro años de producido el desastre hay 30 mil toneladas de desmonte por recoger y 60 mil viviendas por construir.
El último movimiento sísmico registrado en Ica el pasado 30 de enero, de 6.2 en la escala de Ritcher y que dejó 145 heridos, movilizó al presidente Ollanta Humala y a su esposa Nadine a esta ciudad. Ojalá que la decidia y la viveza no sean contagiosas, y los pobres damnificados tengan que esperar varios años más antes de ser atendidos.
Como va eso?
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