OCHOCALO: COMIDA Y ESPECTÁCULO


La comida y el espectáculo son dos grandes placeres de la vida que combinan de maravilla en el restaurante Ochocalo, de propiedad del otrora director del Instituto Nacional de Cultura (INC), Carlos Mendoza Canto.
Tiene su propio estilo, diseño y personalidad, alternativa que hacía falta en Chiclayo, donde se carece de lugares dónde disfrutar de una salerosa marinera, de un rítmico y alegre tondero o del sensual baile afroperuano, mientras disfrutas de un rico cabrito a la chiclayana, arroz con pato, cebiche, u otro suculento plato norteño.
Y aunque Ochocalo fue el nombre del cocinero que arribó junto a Naylamp a tierras lambayecanas, la arquitectura de la casona es colonial, con balcones y faroles que nos remontan a esta época de la historia peruana. Los aires limeños y las pinturas regionales, llenan el espacio de elegancia y solemnidad.
Se dice que es una reproducción de la casona Iturregui, una de las más bellas de su tiempo que albergó la histórica Ciudad Evocadora, donde se dió el primer grito libertario.
Según nos comentó Mendoza Canto, el restaurante busca reunir a la familia en una buena mesa, propuesta que se refleja en el diseño y la disposición del mobiliario. Largas mesas como de antaño buscan acoger a todos sus miembros.
Además la mezanine, aún por implementarse, será exclusiva para los jóvenes que también quieran disfrutar de exquisitos potajes ñorteños y buena música.
La atención es de calidad. Después del show, la pista de baile queda a disposición de los comensales que quieran hecharse un bolerito o cualquier baile popular que ponen a disposición del auditorio.
Sin duda en estas Fiestas Patrias, Fiesta del Perú, donde el sentimiento patriótico se enaltece, música peruana será la sazón que endulce los paladares de los asiduos concurrentes a este novísimo restaurante.
"Que viva el departamento de Lambayeque, su capital Chiclayo, Monsefú y Reque. Que rica que está la chicha de doña Juana, la causa ferreñafana, rica y sabrosa, chiclayana soy a mucha honrra señores.... yo bailo mi marinera y no de cualquier manera, que Viva Chiclayo, tierra generosa, cualquiera se goza cholito con poca cosa..." A gozar de Ochocalo.

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