UN SANTO MUY FAMILIAR

Una vecina me enseñó una estampita de Josemaría Escrivá de Balaguer y Albás que traía al reverso una oración milagrosísima. La devoción de la mujer era a prueba de balas.

Ya en la Universidad conocí su novedosa propuesta: la santidad desde el ejercicio profesional, es decir, argumentaba que la misión evangelizadora no sólo era exclusivo de los sacerdotes sino que también los laicos desde su trabajo intelectual podían sumar en la labor pastoral.

A Escrivá de Balaguer, español de nacimiento, se le acusaba de elitista, de ser amigo del dictador Franco y de dominar la voluntad de sus numerarios y supernumerarios.

Especulaciones o no, lo cierto es que se trataba de un personaje simpático, de gran sabiduría y que apostaba por la familia numerosa, es decir, los hijos que Dios mandara era la bendición de un hogar.

Si bien, en la universidad había libertad de culto, las maestras auscultaban tu vida más allá del interés académico. Vas a misa, te confiesas, tienes horarios de estudios, etc. También inculcaban buenas prácticas de aseo y disciplina.

Entre dientes, mis compañeras rajaban del fundador de la obra – como lo llamaban- sin embargo, confieso que sentía simpatía por aquel personaje de humor fino. Había un vídeo que mostraba al fundador del Opus Dei en una visita al Perú, haciendo gala de su humor y entretenida prédica.

Años después fue proclamado por la Iglesia Católica como Beato y luego fue elavado a los altares como Santo, proceso registrado en tiempo récord a diferencia del moreno Martín de Porres o el Indio Juan Diego que tuvieron que esperar muchísimos años antes de ser considerado como tales.

En la Catedral de Chiclayo existe una imagen imponente del Santo del Opus Dei a quien lo siento tan familiar, pareciera que se tratara de un viejo conocido que acompañó mi vida universitaria. Esta es la oración a través de la cual muchos aseguran haber recibido innumerables gracias.

ORACIÓN A SAN JOSEMARÍA

Oh Dios, que por mediación de la Santísima Virgen otorgaste a San Josemaría, sacerdote, gracias innumerables, escogiéndole como instrumento fidelísimo para fundar el Opus Dei, camino de santificación en el trabajo profesional y en el cumplimiento de los deberes ordinarios del cristiano: haz que yo sepa también convertir todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte, y de servir con alegría y con sencillez a la Iglesia, al Romano Pontífice y a las almas, iluminando los caminos de la tierra con la luminaria de la fe y del amor.

Concédeme por la intercesión de San Josemaría el favor que te pido... (pídase). Así sea.

Padrenuestro, Avemaría, Gloria.

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