MUJERES DE FALDAS LARGAS, PRISIONERAS SIN CONDENA




Es domingo, día dedicado al Señor. Una procesión bulliciosa se acerca al penal de Chiclayo. Son las mujeres de faldas largas, de voluntad de hierro y férrea convicción que luchan y batallan por un centímetro cuadrado de la tediosa cola que las llevará al reencuentro con su ser querido privado de su libertad. Son mujeres solidarias, agresivas, compasivas y de corazones engrosados por el sufrimiento.

Cada una tiene un rostro y una historia diferente, una pesada cruz que arrastra cada domingo, sin tregua, sin cansancio, sin piedad. No las amilana ni el frío de la madrugada, ni el intenso sol que arrecia furioso contra ellas.

No las amilana ni el polvo, ni los malos olores que exhalan de los colapsados desagües. No las amilanan los múltiples controles, las revisiones a su intimidad, las marcas de los sellos y números tatuados en ambos brazos.

No las amilanan ni el peso de las bolsas plásticas, el rocoso y curvilíneo camino. No las amilana cargar a sus bebés en brazos ni a los que aún llevan en sus entrañas.

No las amilana ni las restricciones y ni las prohibiciones a su vestuario y los alimentos que preparan con extremado cariño. Satirizan e ironizan con cada nueva disposición del régimen carcelario que entre “comillas” busca mantener el orden y el control.

No las amilana ni los años, ni la rutina, ni la enfermedad, ni los tratos adustos de los efectivos de la PNP y el INPE. 

Las mujeres de faldas largas y temperamento de hierro, no tienen edad, ni condición social, ni raza, ni instrucción. Todas son iguales en aquella larga cola que sobrepasan las mil almas compartiendo todos los domingos un objetivo común: Cruzar los barrotes para reencontrarse con su ser querido. 

Las mujeres de faldas largas son prisioneras sin culpa, sin delito y sin condena ligada por amor a una celda de barrotes inhumana. Las mujeres de faldas largas sólo abrigan la esperanza que algún día muy cercano o muy lejano la pena impuesta a sus padres, esposos, hijos o hermanos también termine para ellas.


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