PAPÁ A LOS 20

Pareciera que fuera ayer que escribí en este mismo blog, cuanto habías crecido, cuan pronto habías llegado a la universidad, y empezabas tus estudios superiores con la elaboración de tu primera monografía, dejando atrás tu infancia y adolescencia marcada por las saga de Star Wars, la heroica hazaña de 300, los juegos interactivos de Warcraft  y las aventuras de One Piece.

Te costó adaptarte a esta nueva etapa de tu vida, pagando tu derecho a piso por la brecha existente entre el colegio y la universidad. Aún en la situación más adversa, me dijiste que si podías, que ansiabas seguir estudiando Derecho porque era tu vocación. Tu empeño tuvo sus frutos.

Sin embargo, a mitad de tu carrera me sorprendiste con la llegada de la pequeña Sofía, a tus 20 años te convertiste en papá, asumiendo un nuevo desafío, porque además de estudiar ahora estás en la obligación de trabajar.

Acogimos a Sofía creyendo firmemente que la “llegada de un niño es señal que Dios todavía cree en el ser humano”.  A Carlos y a mí, nos hiciste abuelos relativamente jóvenes; y a Karlita, tía, a sus escasos 7 años.

“Tener un hermano mayor no es genial, lo genial es que tu hermano mayor tenga una hija”, me dijo una buena mañana explicando sabiamente esta nueva etapa de su vida. Aunque añora tu presencia de hermano mayor, ha comprendido que tu obligación es con Cinthia y Sofía.
Cada mañana tocas el timbre a las 6 y 20, llevas a Karlita hasta la movilidad y algunos días, le preparas su lonchera, luego juntos vamos a trabajar.

Cumples diligentemente con tu papel de padre, con prontitud has aprendió a cambiar pañales, bañarla y darle su leche. Me enternece ver como la cargas, calmas sus llantos y juegas con ella. Colocas su cachete contra el tuyo y ni siquiera se incomoda con tu barba. Pido a Dios que te ilumine para que sigas siendo responsable de tus acciones, pues ahora cada paso que des deberás hacerlo con sumo cuidado porque detrás de tí, hay alguien que te sigue.

Comentarios

Entradas populares de este blog

DIOS PERDONA EL PECADO, PERO NO EL ESCÁNDALO

RECORDANDO A JUAN JOSÉ LORA

LOS MANTOS DE LA CRUZ DE MOTUPE