ME QUEDO CON LO MEJOR DE TÍ
Hermano
Lucho:
Han
transcurrido varios días desde tu partida y la tristeza se va
transformando en nostalgia, tu recuerdo en oración y tu nombre en
constante añoranza.
La
diferencia de edades (15 años) nos impidió compartir vivencias
cotidianas como juegos, disputas y riñas propias de hermanos. Cuando
nací estabas próximo a culminar tus estudios secundarios en el
glorioso San José de Chiclayo.
Siempre
admiré tu valentía y decisión por dejar muy joven la casa
familiar, en San Ignacio, para construir tu propio proyecto de vida.
Hoy comprendo que trazaste el camino para que siguiéramos tu
ejemplo.
Cuando
ingresaste en primer lugar a la facultad de Economía en la
Universidad Nacional de Trujillo supimos el sendero que seguiríamos.
Nunca estuvimos a tu altura, llegamos a la "U" sin tus
laureles y pergaminos. Solías contar, a manera de anécdota, que
revisaste la relación de ingresantes de abajo hacia arriba, conforme
subías tu angustia aumentaba pero llegaste a la gloria al leer tu
nombre en la primera línea: Luis Alberto Soto Solano.
Cuanto orgullo y admiración despertaste en el seno familiar.
Tus
retornos generaban alegría en casa y los amigos desfilaban ansiosos
de conocer tus vivencias de joven universitario. Eras el hermano
estricto que me obligaba a tomar sopa de verduras licuada pero
también el hermano cariñoso que me abrazaba y mimaba. Tenías un
singular sentido del humor. Eras amiguero, fulbolero y cervecero.
Solías llegar a veces en compañía de algún amigo de la
universidad poniendo en práctica tus dotes de anfitrión. La madrina
Candelaria te queria y apreciaba por ser el varón primogénito de
sus amados Magna y Lucho.
La
vida nos fue separando en distintas direcciones. Luego de culminada
la universidad tomaste la decisión más importante de tu vida formar
tu propia familia. Del fruto de tu amor con Lucy nacieron Guiliana,
Fiorela y Luis Ricardo, razones de tu existencia y por quienes
luchaste hasta el último minuto. Durante muchos años vivimos en
indistintas ciudades, tus obligaciones familiares y laborales, te
mantuvieron alejado, como suele suceder entre hermanos cuyo destino
los lleva por diferentes rumbos. Ya en la adultez, aquellas
"prolongadas vacaciones" te permitieron visitar la casa de
nuestros padres con bastante frecuencia.
La
resabida frase "las cosas suceden por algo" ahora cobra
sentido. Cómo olvidar aquellas largas y amenas charlas con papá.
Disfrutabas de sus anécdotas, relatos, historias y experiencias,
rutina que te hizo concebir la idea que debería escribir sus
memorias. Irrumpías en la cocina de mamá para preparar un riquísimo
arroz chaufa. En los días de fiesta, te lucías con el popular
"rompope". Las mejores fotos de la familia eran las tuyas,
junto a papá y mamá, recorriendo las calles de la Ciudad de Los
Reyes, lugar que te vio nacer.
Como
diría tu poeta predilecto César Vallejo en su poesía "in
memoriam" a Mi hermano Miguel, "ya cae
sombra en el alma", quisiera creer que en cualquier momento
tocarás el timbre de la casa y nos reuniremos nuevamente, pero la
realidad nos golpea dolorosamente el alma. El padre Elmer nos ha
pedido que nos quedemos con lo mejor de tí. Me quedo con tu sonrisa
y tu postura firme frente a la vida.
Lucho,
hermano, eso noooo silencioso que salió de nuestros corazones
hasta el cielo el día de tu partida aquella tarde de julio, se
transformó en oración por siempre y hacia la eternidad. Este adiós
es sólo un hasta pronto momentáneo, nos volveremos a reencontrar en
aquel reino prometido, hasta entonces, descansa en paz, amado
hermano.
hermoso escrito :D
ResponderEliminarQué lindo relato amiga, en poco conocí algo de tu buen hermano.
ResponderEliminarUn abrazo y sea el Espíritu Santo llenándote de consuelo!
Gracias amiga, un abrazo.
EliminarMaria Luisa: si el abrazo amigo no consuela entonces la fe en la eternidad reconstruye a la familiaridad...seamos consecuentes con nuestras creencias...nadie parte en realidad....solamente cambia de estado y luego te reencontrarás...
ResponderEliminarClaro su alma dejó su cuerpo pero su espírito perdura en algún lugar...
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