DEBAJO DE UN ALGARROBO

El árbol del algarrobo es el rey del desierto de la costa norte del Perú. Da sombra, frescor y color en medio de la caliente arena que recrudece por los potentes rayos solares.
No sólo crece frondoso y libre en las zonas no pobladas sino que los encontramos victoriosos en avenidas, parques y demás áreas verdes de las ciudades costeras como Tumbes, Piura y Lambayeque.
Aunque no es muy atractivo, sus beneficios son diversos, atrapa el viento para dar frescor al que se cobija bajo sus ramas, sus frutos de vainas amarillas sirven de alimento al ganado ovino y del  mismo se fabrica la famosa algarrobina, usada en postres y jugos, con alto valor nutritivo.
El emblemático y milenario algarrobo, ocupa gran parte del Bosque de Pómac, centro político-religioso de la antigua cultura Lambayeque o Sicán, ahí también, brilla con luz propia el famoso Árbol Milenario, un algarrobo de más de 300 años de vida, que sigue sobreviviendo a pesar de las difíciles condiciones geográficas.
El algarrobo forma parte de nuestro pasado histórico, pero también de nuestro presente y futuro, por ello debemos cuidarlos y protegerlos de la constante amenaza de la tala indiscriminada para la obtención del codiciado carbón. Cuando te cruces con un algarrobo sabrás lo importante que es para nuestras vidas, disfruta de su sombra y aspira el aire más puro y limpio que puedas sentir.